Esta mañana me he ido a comprar unas cosas al IF, anteriormente llamado Dyper, creo. Me ha gustado que por la Calle Cinco de Marzo había pompas de jabón. He intentado soplar una, he saltado y todo, pero no la he roto... Jeje, un deseo que se cumple, he pensado. Pero lo más bonito ha sido que estando en la caja, había una señora comprando algo -perfume, supongo- y le dice a la cajera: ¡Qué no se entere el chico, que no lo vea, que se da cuenta de todo!... Porque claro, quien le iba a decir al nieto que esperaba en los brazos de otro familiar fuera, que su abuela estaba comprando un regalo de reyes en la caja del IF.
Parecía ilusionada y por supuesto, encantada de engañar al zagal.
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