Nosotros, o fundamentalmente mis padres, cuidaban de ella... Pero no, la verdad es que era ella la que se encargaba de nosotros... Yo le decía: Cuida de los abuelos (mientras salía por la puerta de casa de mis padres). Y ella se metía dentro, corriendo, a cuidarlos, a no dekarles ni un segundo solos.
Mi niña... Qué preciosidad...
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