Ha llegado 2009. Atrás quedó el año de la expo, el año en el que empezó la peor crisis de la historia, un año algo triste para mi, y también algo duro... Pero ahí que vamos.
Si pudiera pedirle algo al tiempo o al futuro, dividiría en dos tipos los deseos. Tipo a: que se calmaran los conflictos y se callaran las armas, que menuda tela. Que la gente viviera tranquila y en armonía.
Tipo B: que bueno, pues que al fin, que eso... Que me toca.
Y sobre todo empezar con ganas los proyectos, con energías, que hacen falta.
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