jueves, 21 de mayo de 2009

Muchísma suerte...

Macaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!! Qué potruza!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Hitenidoooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

lunes, 18 de mayo de 2009

Sabores y amores

De ilusiones se vive, hija... Me han dicho siempre... A ver que pasa, que ando un poco ilusionada.
Estoy muy contenta a pesar de ser un poco lenta
Ayer estuve con un bebé que es un bello mocé
Fue el cumpleaños de Marta, que no es ninguna largarta
Fui con Risi al cine y fue un poco larga la peli
Soy Fan de Fernando Vera y de Cosmos Fan
Vuelve Ivana de África y a ver que cuenta ya
Quiero hacer un guión y a ver por donde empiezo yo
No se me ocurren ideas y tengo que tirar de caja registadora
pero estoy ilusionada y ahora, a ver que pasa.

martes, 12 de mayo de 2009

Zaragoza, para Manolo

Zaragoza era la ciudad del cine Pax, de los Reyes Magos en Galerías Expreciados. La ciudad en la que se escondían los regalos debajo de la cama, de la ropa congelada en el tendedor, del calor y de las bicis en el Tiro de Pichón, de los helados italianos en donde hoy está el Heraldo. Y la ciudad a la que volvíamos a finales de agosto después de un mes de veraneo con nuestros padres por Andalucía o Galicia.
Zaragoza era la ciudad de los juegos en Marina Moreno, de la alfombra verde del baño con la que nos íbamos tú y yo a todos los puntos del globo. De nadar en verano en corazonistas. De la tía Eny y de nuestra Yaya. Del trampolín y del tobogán y de trepar al árbol ese en el que había una colmena. De los tres Mosqueperros. De la gallina sobre el Tubo. Del Mercado Central. De las palomas. Del sol, del frío y del pasamontañas que picaba tantísimo. De las bicis del parque. Del chocolate con churros en casa de la tía Blanquita. De trepar por la litera de los Cocos. La ciudad de nuestro tío Julio, un auténtico genio del humor. La ciudad de comer tortilla de patata en El Circo. Y también la del gran tobogán de las ferias. También era la ciudad en la que hacíamos de modelos para los anuncios de papá. Era la ciudad de la estanquera del Tubo a la que nuestra madre compraba tabaco. Y la de las pastillas de cacao que mi tía Eny le traía a nuestra madre. Y de los libros que ella compraba en Libros. ¿Te acuerdas? También era la ciudad de los polis y los cacos, y de romperme yo sistemáticamente los brazos jugando al fútbol. -Mejor, me lo rompió un niño muy malo, llamado Porta, al que odié bastante tiempo por que me dijo, perdona pero lo he hecho queriendo, cosas de críos de ocho años. - O cuando me lo rompí por caerme desde un muro, cuando iba contigo.
La ciudad de calentar el almuerzo en el radiador del colegio. Y del barrio de la Romareda. De jugar al baloncesto con el equipo cedro, con el que perdí creo que un par de veces sólamente, todas las que jugué y el de las fiestas del colegio. Y de los bocadillos de tortilla de patata del cole. Del autobús de nuestra odiada -pobre- punky Merche -hoy sería la monitora de autobús-. En aquel recorrido en autobús desde el Colegio Romareda hasta Cesáreo Alierta aprendimos la mayoría de las canciones de Alaska. Y nos enteramos de que las olimpiadas se celebrabarían en Barcelona. Luego ya fuimos en el 40 o el 30. También fue la ciudad del "hola soy Tejero, todo el mundo al suelo". La del "ventidó, ventidó", la del "vamos que nos vamos" y la de una temporada que la empredieron contra Morán, un ministro socialista del que se hacían muchos chistes. ¿Te acuerdas?
Pero sobre todo Zaragoza es la ciudad de una infancia compartida con el que hoy es un hombre excepcional: mi hermano.

Para mi hermano Manolo, unos recuerdos de hace treinta años. Tq.

Qué raro es

El blog de "siguiente". He mirado a ver quien era mi vecino de blog y es raro. Vuelvo a mirar y es otro. Vuelvo a mirar y es otro el vecino virtual.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Profundidades de campo

Si la cosa sigue así, se van a modificar los códigos audiovisuales, esos grandes formatos panorámicos, esos jinetes bajando por la pantalla, la profundidad de campo, la lejana línea del horizonte desapareceran y quedarán en el recuerdo...
La salida de la creación audiovisual hacia los pequeños formatos de pantalla nos va a privar de las atmósferas y de los grandes planos...
No me gusta la idea, eso por no hablar de los planos secuencia.

lunes, 4 de mayo de 2009

La rueda de Soria

Este fin de semana, en una boda de Gijón tuve la oportunidad de bailar la "rueda de Soria", un sencillísimo paso de baile que explico:
Dos círculos concéntricos de gente. El interior de hombres, que como aquí no había casi, pues lo ocupaban las que sabían y el exterior de mujeres...
Era un sonsonete al estilo jota, paso pa qui, paso pallá, paso pa qui, paso pallá y cuando tocaba cataclás, vuelta. Y hacías lo mismo, pero palotrolao.
Bueno y que me pareció algo, que lejos de ser una perfomance, como dijo el tontolaba del dj, muy bonito, muy verdadero, muy soriano, y un baile que casi se podría repetir hasta la eternidad... No sé tan eterno como ese páramo soriano, tan eterno como esos colores, como ese frío tan vivo y tan quieto, como ese cielo azul... No sé... Eterno como posiblemente sea el tiempo en Soria.