viernes, 6 de junio de 2008

Pegatinas...

Desde hace dos o tres días, pares de señoras tienen tomada la ciudad. Voluntarias ellas, desean arrancarnos un poquito a cada uno, para combatir el cáncer de todos euro a euro. La verdad es que resultan simpáticas y además es divertido observar como encorren al ciudadano hucha en mano. Algunos las esquivan, pero la mayoría coopera con la causa en la medida de sus posibilidades, y ellas, parecen pasárselo requetebién: ¡Gracias, maja!, me dijeron. Después te ponen la pegatina que sirve de salvoconducto y antídoto para otras comadres que andan en las mismas labores.
Vi una escena previa a mi aportación, bastante divertida. Había un grupo de japoneses punkys, -ultramodernos, mezcla de manga y cybor- y las chicas cuarentonas, osadas y entregadas como ellas solas, querían que dejaran unos yenes en sus huchas. Y fueron al asalto de los chicos del sol naciente. ¡A por ellos! Las oí. Movieron delante de los orientales el cacharro de la pasta, y uno de ellos dijo algo en japonés ... A saber el qué. Se volvieron ambas muertas de la risa, hacia donde yo estaba... Les dije, venga, que os echo unos dineros... ¡No entiende nada el pobrecico!...
Pero se reían porque alguna compañera ya le había hecho apoquinar, y llevaba la pegatina de aecc en la solapa... El ojicos rasgados - cresta rosa se había topado ya con alguna pareja de voluntarias, que en nada tienen que envidiar en tesón a las parejas benemeritiles...

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