lunes, 19 de mayo de 2008

La perrita que ladra a los truenos.

Es una de las cosas a las que tiene pavor, casi como Abraracurcix. Le asustan mucho los truenos y les ladra, aunque no pueda hacer nada contra las inclemencias de la naturaleza. Pero, como es una perrita no sabe que sus ladridos no pueden parar a los cielos, si bien lo intenta, pues ha salido brava, como los hombres y mujeres de esta casa. Entre ladrido y ladrido tiembla de hocico a espolón, y notas como"la chica", -uno de los múltiples nombres que tiene esta perrita- se te acerca y se aprieta, pues tiene algo común a hombres y a animales: miedo.
En Constitución nos preguntamos que por qué años atrás hubo encendidas disputas sobre si los animales tienen alma o no, pues está claro que la tienen. E inteligencia, como es de harto sobrado en el caso de Pirulera. Gutiérrez, sabe tratar a cada uno de la casa en su justa medida. A quien gastar bromas y en qué momento. Aunque no ha aprendido a leer ni a escribir y tampoco las horas del reloj, posee un particular sentido del tiempo. Babán María es una experta en rutinas y como conoce todos nuestros movimientos, los une a sus momentos fundamentales del día: los paseos y las tres comidas que hace la Mariplastez. Tiene profesión esta Chispi Soria: además de centinela es una fantástica perrita secretaria. Y da lenguetadas de cariño. A parte de ser un bello ejemplar de su raza -permitidme que diga una grosería, porque hasta cuando caga está preciosa-, se parece a nosotros, más en concreto, a mi madre. Mi perrita es blanca y gris, lo mismo que el pelo cano de mi madre. Y cuando le digo a mi madre: -Esta perra es igual que tú, mi madre replica... -¡Qué más quisiera yo!.

Su abuelo que es un hombre de prendas y con talento para desarrollar varias profesiones, desde que ella está, ha descubierto que también se le da bien la veterinaria, con lo que está encantado, y más de que le salgan los análisis fabulosos, -pues es la que más controlada está médicamente de toda la familia-. Pero lo que yo creo que le gusta más de su perranieta es despertarse juntos, la mayoría de las veces al son de un timbre, que se convierte en ladrido, que se convierte en ring zen... Babán Rous sólo tiene un defecto: es una gran ladratriz. Es avisadora, se dice en casa. Y es que no puede evitarlo, lleva en sí el gen del pastoreo. Tal es su calidad pastoril que nos la han querido comprar varias veces, varios pastores. Mi padre, que no se desharía de ella ni por todo el oro del mundo siempre los persuade y tira la mercancía, a pesar de que su profesión es la venta. Esa princesa que tiene tan dentro del corazón no se vende, por que lo de mi Babán no es cuestión de dinero, si no de cariño y del mejor.

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