sábado, 31 de mayo de 2008

34 castañas

Hace 34 años se me ocurrió nacer... Aunque no sé si fui yo o mi madre, que supongo que tendría ganas de deshacerse del parasitillo que llevaba dentro. Dicen que unas hormonas o unas proteinas son las que mandan: a nacer. Y las mías o de mi madre lo hicieron hace 34 añazos.
Sólo sé que ayer pestañeé y tenía ocho, volvía a pestañear y tenía veinte, y así hasta hoy... La vida se me ha pasado rapidísimo.
Ha llovido. Mañana hacen el desfile de las fuerzas armadas. Ayer había una señora en el palco de honor con una máquina de coser. Por la noche nos fuimos de huerga Marta y yo. Un chico, Fernando, decía que uno y uno eran dos, su amigo, Víctor, decía que no y yo que tampoco... Mi opinión era paradójica y más el día de mi cumpleaños, porque 33 y uno, hoy, suman 34. Ay...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades,
niña, cría, infanta de Oregón... me encanta la gente que sigue siendo un niño terco a pesar del imperio del calendario.

NOTA Pedante: sí, es la oxitocina la que nos expulsa del paraiso del útero y nos manda de viaje a este planeta tan raro en el que cortan las avenidas para que paseen armas de destrucción (masiva o individualizada)
Nuestra rebelión es seguir siendo niños.
Estoy muy orgulloso de ser tu amiguico y vecino y de que bajemos a jugar a la terracica del Levante.
Besos

Isasoi dijo...

Santi, que suerte tengo de tenerte como amigo.
Besosmiles